Otro apunte interesante encontramos en el blog Entrenando Basket y que versa sobre el esfuerzo en lo relativo a los componentes de un equipo. Nos quedamos con un párrafo que especialmente nos parece el que resume todo el texto y con el que en mayor o menor medida deberíamos estar todos de acuerdo.

“Debemos partir de la base que esforzarse, poner toda la energía en el trabajo diario y en el juego no es algo que se deba evaluar. No vale que haya alguno que no lo haga. Es obligatorio para todos. Es el primer escalón de nuestro equipo y es el escalón más importante. Todo lo demás está muy bien y es necesario. Pero lo primero es la actitud, el trabajo y el nivel de exigencia que queremos marcar a nuestros jugadores.”

Y es que el nivel de exigencia en un entorno en que se plantea ser competitivos y mejorar día a día ha de ser elevado. El esfuerzo que se ha de exigir a los componentes de un grupo es el máximo dentro de las capacidades individuales porque sólo rindiendo a un régimen alto es como se evoluciona de un modo más evidente. El conformismo o la displicencia sólo llevan a formar jugadores desencantados hasta consigo mismos y eso repercute en acabar formando un equipo sin alma, rumbo, ni personalidad.

Os recomendamos leer el artículo completo, escrito por Francis Tomé, aquí.

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