Se acabó el guerrear

by Basketistas

Hola,

Pues ya lo dice el título de la entrada, es un spoiler en toda regla.

Ahora sí que definitivamente se terminó la etapa en la que uno piensa que puede cambiar las cosas y se lía la manta a la cabeza dispuesto a presentar batalla con todo aquello que parece no funcionar como es debido. Los que me seguís desde hace algún tiempo ya habréis visto mis altibajos anímicos y de fuerzas en las últimas temporadas. El saco de decepciones personales es un lastre ya demasiado pesado y mi hija va cumpliendo años y va cubriendo etapas. Se puede decir que ya su paso por el basket formativo ha tocado a su fin y ahora lo que le queda es intentar exprimir su enorme pasión por este deporte mientras las circunstancias propias y ajenas se lo permitan. Debe volar libre, especialmente de condicionantes externos, debe apurar los últimos años de un modo que le deje un buen recuerdo y no el sabor amargo con que ha andado últimamente.

Por aquí empezó todo

Por mi parte creo que he cubierto ya también mi etapa de padre (demasiado) implicado. Pienso que he aportado mi granito de arena, por supuesto con mis luces y mis sombras pero en todo momento con la mejor de las intenciones. Siempre podré decir que yo sí, yo al menos lo intenté. Podré recordar estos años por el baloncesto con esa satisfacción de haber querido sumar, de haber estado en todos y cada uno de los sitios con el ánimo de mejorar y arrimar el hombro. A veces mal influenciado por aquellos que te calientan la cabeza y te azuzan, por los que acabas por dar la cara para que luego te dejen tirado cuando toca mojarse. Pero no me arrepiento. Alguna conciencia creo que también habré removido.

Me quedo con las pocas pero sinceras amistades que han surgido y en el olvido dejo las otras interesadas, de barra de bar, que no eran ni amistades ni sinceras. Paso página. Muchas experiencias y momentos de todo tipo en la memoria, momentos vibrantes, divertidos, emocionantes y otros grises y decepcionantes. La mente es algo maravilloso y siempre intenta arrinconar los grises en esa especie de punto de reciclaje previo a la eliminación definitiva.

También he de agradecer al baloncesto lo que he evolucionado como persona, como padre y en mi faceta fotógrafo aficionado. En esto último,  por todo lo que me ha hecho moverme para aprender y mejorar en facetas como los streaming y la comunicación. Aún así sigo siendo un aficionado dominguero con muchas ganas de aprender. Eso sí, ni consigo verme ni aspiro a ser “creador de contenidos”, denominación que suena muy actual pero que no está exenta de precariedad laboral. Soy más un fotógrafo clásico aficionado, boomer, de los que miran por el visor de la cámara, configuran los parámetros en modo manual aunque no por ello renuncio a la tecnología y a los avances más actuales. Hasta en un hobby, creo en la profesionalidad, seriedad, honradez y el cuidado del producto y los detalles. Lo he hecho lo mejor que he sabido.

He aprendido lecciones humanas de todo tipo, algunas dolorosas en lo anímico o emocional, pero lecciones al fin y al cabo. Que la gente que vale la pena, lo vale y mucho. Que la gente que se arrima por interés o circunstancias puntuales, cuando se va, te hace un favor porque solo te estaban utilizando. Que la amistad, la de verdad, está por encima de todo. Y que la prueba del algodón consiste en ponerla a prueba en situaciones delicadas. Aún con todo he de decir que espero no haberme ganado enemistades, simplemente gente más afín y otra menos, que no comulga con mi punto de vista. Siempre respetaré a todos y cada uno. Siempre que se me respete a mí, obviamente.

Y ahora por tanto, que vengan nuevas generaciones o que se muevan aquellos que no lo han hecho nunca. Mi momento ya pasó. Mi cabeza me dice que me retire por completo, que busque otro pasatiempo o hobby. Mi corazón de basketista dice que no me aparte mucho, que al menos a quien quiera contar conmigo no lo deje de lado y por supuesto que no deje nunca de disfrutar del baloncesto. Al final es como una solución intermedia. Me gusta la fotografía, me gustan los streaming, me gusta meter horas sin conocimiento porque con un solo “like” o un comentario de agradecmiento me siento recompensado.

Así que cambio el chip y durante un tiempo me mantendré a pie de pista allá donde me llamen, donde mi sentir me diga que puedo dar algo a este deporte que tanto me ha dado a mí y a los míos. Y ya que los nombro, agradezco a mi familia su aguante y paciencia conmigo por ser tan pasional, su comprensión, su aceptación de verme pasar horas en una pista o revisando fotografías o vídeos en lugar de compartir más ratos en familia. Mi corazón me dice que no me vaya del todo, que aún puedo aportar esa faceta de dar protagonismo a los deportistas y la buena gente del baloncesto. Pero mi cabeza sabe que ha empezado una desconexión que llegará a ser final en un plazo indeterminado de tiempo.

Primera fase completada, se acabó el guerrear. El que quiera peces… yo me voy a ir secando ya :))

Del baloncesto también se sale, dicen. Yo creo que nunca del todo, y como aficionado, sé que siempre estaré ahí aunque solo sea  como espectador vibrando con cada canasta porque ya sabéis mi lema “una canasta tuya, bastará para sanarme”.

Y a lo mejor algún día con fuerzas afrontaré esas “Memorias de Basketistas” donde profundizaré más y contaré más detalles de mi experiencia personal por el mundo del baloncesto de formación.

Gracias gente. Gracias baloncesto.