Game Over

by Basketistas

Se acabó la temporada, y con ella la etapa junior, la que marca el final de la formación y que con los 18 años abre la senior que se afronta por lo general con otra mentalidad por la oferta deportiva y por las circunstancias de estudios y personales de los jugadores que hasta este momento han mantenido una relativa estabilidad.

Terminamos la temporada y de nuevo muchas incertidumbres de futuro, A decir verdad, en lo personal la termino agotado y desilusionado con todo lo que venimos padeciendo. Y voy a intentar resumir unos últimos años en los que al menos yo he ido agotando la reserva de ilusión hasta ver que ahora mismo el indicador ya alerta de que no queda prácticamente nada.

DEL MÁXIMO AL MÍNIMO

Son esas cosas de la vida, especialmente si le pones pasión a lo que haces. Momentos que rozas la euforia y otros en los que mandarías todo a la m… Toca ahora lo segundo.

Durante la etapa de deporte escolar no es habitual hacer muchos cambios, suelen acarrear cargas emocionales por aquello de dejar el patio de tu colegio para ir a otro sitio en el que seguir creciendo pero cuando das el paso te convences de que es lo necesario, lo mejor. Así nos pasó y nos lanzamos a un proyecto nuevo e ilusionante en el que además se podía participar como parte activa ayudando a construir una casa común con los valores y filosofía con la que pensábamos que las cosas se deben de hacer.

Y estuvimos encantados con el cambio, construyendo un proyecto que fue de menos a más, cogiendo una fuerza y una visibilidad que era digna de halago por mucha gente que veía en eso que apenas acababa de nacer, un soplo de aire fresco y hasta casi una imagen en la que mirarse. Con humildad y buen hacer se iba creciendo en lo que éramos un familia unida.

Llegó la pandemia y paró en seco las competiciones y nos descuadró mucho, nos alteró todo el camino de progresión que se veía en el horizonte inmediato. Se frustró incluso algún posible Campeonato de Aragón y la posible alegría de pelear por ir al de España. Dos años de sufrir con la pandemia, una temporada rota e interrumpida y otra muy alterada y condicionada. Sacamos todas las fuerzas que pudimos para afrontar la situación con aquello de “a grandes males, grandes remedios”. La ilusión y ganas iban a hacer que no se perdiera el espíritu de pertenecer a algo muy especial. Sesiones de tele-entrenamiento en confinamiento, pasatiempos virtuales en grupo y todo lo que hiciera falta para seguir sintiendo que lo nuestro estaba muy vivo a pesar del maldito virus.

La temporada 2020/21 fue de mínimos en lo deportivo, muy precaria por los constantes sobresaltos de las oleadas de casos positivos y por las cambiantes normativas COVID que fuimos capeando como pudimos. No vamos a decir que inventamos los streaming de mínimos pero ahí estuvimos innovando y exprimiendo al máximo las tecnologías y posibilidades para intentar llevar a las casas de todos los partidos de las chicas en las mejores condiciones posibles. Ni un accidente que te deja en silla de ruedas pudo con esas ganas de pelear por el deporte base.

Se terminaba la temporada intentando hacerlo de la mejor manera posible cuando nos llegó una noticia que a mí personalmente me rompió todos los esquemas. El club había llegado a un acuerdo con otro para traspasar a 9 jugadoras en bloque. No era muy negociable, la operación estaba acordada entre entidades, a las chicas se les dijo que era una gran oportunidad y a las familias se nos puso encima de la mesa sin margen de maniobra tras tener a las chicas ya muy a punto. Una oportunidad irrenunciable, de la que ambas entidades se beneficiarían por el acuerdo común. No voy a entrar en detalles (si alguien los quiere que me pregunte), pero por el camino hubo muchas chicas con dudas, otras que no lo veían y familias a las que apenas se les escuchó. La operación estaba hecha y había que salir por el bien de todos.

El shock que supuso para mí en concreto, solo lo sé yo. Tanta implicación personal, tanto tiempo y dedicación, tanta ilusión invertida… Tocaba asimilarlo y para ello haría falta tiempo. Y lo ha hecho, mucho. Y por el camino he visto caras de algunas personas que no entendían nada y de otras que deben de pensar que todo lo hicimos por iniciativa propia y sin pensar en los demás. Grave error el que cometen los que piensan así, pero bueno, poco más se puede hacer ya. La desinformación es un cáncer que lo ataca todo y oculta la verdad en capas de mugre.

LEVANTARSE Y SEGUIR

Tocaba levantarse, no había tiempo para más. A pesar de no ser más que peones en un tablero de ajedrez, de no tener capacidad de decisión de nada, habíamos accedido a una operación bastante opaca y una vez en ello ya solo cabía intentar hacer una cosa, demostrar que valíamos más de lo que unos y otros pensaban.

Y sí, cometimos muchos errores, pero el principal fue no informarnos de las cosas en profundidad y confiar en mala gente que con medias verdades embaucaba a unos y otros, siempre por separado que es más fácil. Muchos se han regodeado de nuestra ‘desgracia’ de final de temporada y bueno, si son tan tristes personas, espero que eso les haya dado un rato de felicidad y lo hayan disfrutado. Nosotros sabemos que se nos engañó y, víctimas de nuestra inacción, lo pusimos a huevo. Pero igualmente nosotros no buscamos ni la operación principal de traspaso, ni todo lo posterior. Fuimos utilizados, por pardillos sí.

Personalmente pienso que puedo ir con la cabeza bien alta y de frente. Luché por lo que creí que era un proyecto con el que me identificaba, y luego tuve que plegarme a lo inevitable de una situación a la que oponerse ya no valía de nada.

Luego ha llegado una temporada en que el grupo se acopló muy bien con dos jugadoras nuevas y en una estructura diferente. Las chicas, las jugadoras en general, son lo mejor que hay y solo los entornos nos encargamos de estropearlo a veces. El equipo se puso el mono de trabajo, se abstrajo de todo lo que tenía alrededor y decidió que iban a hablar en las pistas. Han entrenado como animales, se han dejado la piel cada minuto, han competido en dos competiciones muy exigentes. Algunas además doblando entrenamientos y partidos con el equipo de LF2. Se han vaciado físicamente y al final, hasta emocionalmente.

También se han cometido algunos traspiés deportivos que se han acabado pagando muy caros. Dos derrotas en fase 1 han marcado el desenlace de la temporada que se resume en que han quedado fuera de todo. Sin posibilidad de competir por el título de Aragón ni mucho menos acudir al de España. Y antes de que salga algún iluminado, sí, cogiendo la norma a rajatabla se ha hecho lo que había que hacer.

Podríamos hablar del espíritu de la norma, de qué habría pasado en un situación inversa entre 1º y 2º, y de si estábamos informados o no, o fue negligencia nuestra. Para mí, sea como sea, se ha dado una injusticia deportiva porque uno de los mejores equipos de la categoría no ha podido ni siquiera luchar por una 8ª plaza. Allá cada uno con sus decisiones y opiniones.

PARTIDA ACABADA

Y ahora a mitad de abril ya se ha acabado la temporada, ha llegado el vacío y casi que toca pensar en el futuro de golpe.

A mí me ocurre que ya estoy muy agotado de pelear contra un sistema que se mueve con la misma dinámica de siempre, gobernado por los de siempre, donde los cuentistas, vende humos y golfos que piensan que arrimándose al poder establecido sacarán su tajada, acaban con las pocas ganas que te quedan de pensar en un futuro con algo de ilusión. Dan más bien ganas de decir, vosotros ganáis. Seguid con lo de siempre, tiburones y rémoras.

Además es imposible encontrar un frente común para buscar objetivos, es imposible una oferta que sea creíble a estas alturas, imposible no desconfiar de todo, no hay manera de poner orden y organización para intentar que no acabe todo diluido y acabe en nada. Yo al menos no he venido aquí a sacar tajada, sino más bien lo contrario y los que me conocen lo saben bien. Habré sido pesado, incómodo y demasiado visceral muchas veces, pero también para bien he puesto la misma pasión que para molestar o incluso más. He hecho cosas por el basket base y seguro que más que las que hacen muchos ‘haters’ que disfrutan con las desgracias ajenas o simplemente criticando sin aportar nada.

No sé lo que pasará en el futuro, lo que sé es que me ha ilusionado trabajar por el baloncesto base, que me apasiona la fotografía y dar visibilidad a chavales practicando su deporte, también que en este momento se me han agotado las fuerzas y las ganas. Intentaré que puedan volver en un futuro que ojalá no sea lejano pero en este momento actual, para mí, también se termina un ciclo muy importante, y veo ya en la pantalla aquello de GAME OVER.

Gracias a los que me habéis comprendido, más aún a los que me habéis aguantado y lo siento por los que no. Suerte a todos y sobre todo al basket de formación para sobrevivir a tanto… Nos vemos.

@Basketistas