Tres años de crecer y aprender

by Basketistas

Tres años han pasado ya desde que nos embarcamos en un proyecto muy ilusionante y que prometía llegar al panorama del baloncesto base de Zaragoza a agitar un poco una dinámica monótona y monotemática existente. En el baloncesto base todo parecía funcionar con una especie de inercia heredada con el paso de los años, un dejarse guiar por lo establecido y donde destacar solía acabar siendo algo que se hacía por lo negativo. Cuando llevas unos años ya en este “sector” te vas dando cuenta de que la doctrina que todos dan por buena es la de “el que se mueve no sale en la foto” y que por ello hay que ocuparse de la casa de uno y no levantar la voz ni ser molesto.

Pero nos surgió esta posibilidad para nuestras chicas en el plano deportivo y a nosotros “Basketistas” hacernos cargo de la parcela de la comunicación del club. En lo deportivo no tuvimos duda, el salto a categoría cadete era un buen momento para un cambio de aires y un paso más en las ganas de progresar y seguir trabajando. En cuanto a asumir el reto de montar de cero la comunicación de un club recién nacido, era algo tentador y exigente a partes iguales.

Así que lo tuvimos claro, era momento de intentar hacer algo diferente a lo establecido, de probar algo nuevo que nos resultase también motivador. 

AÑO CERO

El primer año de todo proyecto suele estar lleno de cantidad de ideas, muchas ganas, ilusión y horas y horas de trabajo de trastienda para que las cosas vayan tomando forma. Contar con un equipo de gente joven con muchas ganas lo hace todo más fácil y ese primer año fue de aprendizaje, innovación y mucho trabajo que se veía reflejado en una pequeña sensación de que íbamos encontrando un camino muy interesante para nosotros y que en cierto modo también empezaba a ser referencia para otros. Empezar a cuidar la comunicación en RRSS, tener una página web atractiva, actualizada y funcional, plasmar en buenas fotografías cada jornada iban a ser los pilares sobre los que construir todo.  Siempre mirando a los grandes, a las grandes ligas, sin complejos, para aprender e incluso emular. Por supuesto siempre salvando las inmensas distancias porque los recursos humanos, técnicos y económicos están a años luz de cualquier club semiprofesional siquiera.

Tras el primer año ya se empezaba a ver que se iba forjando esa identidad propia del club, el sentimiento de pertenencia en los jugadores, familias y staff, el orgullo de los colores y ese tipo de detalles que te confirman que se va por el camino correcto.

VELOCIDAD DE CRUCERO

La segunda temporada, con el impulso original de la primera, te hace ir ya más en una nave a velocidad de crucero. Más innovación, más ganas, más trabajo, más y más ilusión en superar hitos que no se contemplasen en estas categorías… Y como una carrera en la que vas bien posicionado en todos los aspectos, deportivo y de comunicación, que se ve interrumpida por un elemento ajeno a todo, llegó la pandemia y nos paró en seco.

Se interrumpieron las competiciones, se decretó un estado de alarma nacional y un confinamiento domiciliario. ¿Y qué hicimos? Reinventarnos, exigirnos estar a la altura, demostrar y demostrarnos que cuando se quiere y se tienen ganas, no hay pandemia que nos pare por completo. Desde el club se fueron planificando rutinas deportivas de mantenimiento y desde comunicación decidimos que era el momento de estar aún más cerca de nuestros socios, de hacer más comunidad que nunca. Organizamos pasatiempos diarios a través de las redes sociales, manteníamos unidas a las familias con vídeos de las rutinas de entrenamiento, competiciones virtuales y todo lo que se nos pasaba por la cabeza en un alarde de creatividad y ganas de luchar por una idea, por nuestra comunidad. Aún hoy se vuelve la vista atrás a ese tiempo de confinamiento y sale una sonrisa al recordar lo que era trabajar por la mañana (“actividad esencial”) y tras comer en casa empezar a preparar los pasatiempos de la tarde. Intentar abrir esa ventana en casa de las chicas que les pusiera en contacto y las hiciera desconectar de la cruda realidad por un rato… qué estresante pero qué satisfactorio ver que esperaban con ganas los retos de las tardes.

Se acabó la temporada sin ya jugar y fueron llegando las desescaladas y el verano. Segunda temporada completada, con pandemia incluida, y a nuestro entender dando la talla. En los momentos difíciles, más trabajo y autoexigencia, no entendemos otra receta. 

LA TEMPORADA INCIERTA

Y llegó la tercera y ya última temporada, la 2020/21, que acabamos de finalizar. De nuevo una temporada cargada de incertidumbres por la pandemia y en la que ya intuíamos que nos iba a exigir de nuevo lo máximo a todos los niveles. Desde el verano y anticipándonos, empezamos a plantearnos que sería necesario activar el servicio de streaming en vivo de partidos en previsión de limitaciones de acceso a las instalaciones. De nuevo un salto acrobático sin red pero que nos motivaba sin duda. Ante la perspectiva de partidos a puerta cerrada creíamos que valía la pena intentarlo y en cierto modo ser un poco pioneros en el baloncesto base de Zaragoza.

Algunas competiciones arrancaron, otras no, luego pararon, pasadas las Navidades y la ola correspondiente se empezaron a activar todas, y por entonces ya teníamos operativos los streaming para que las familias desde sus casas pudieran ver los partidos que eran a puerta cerrada. Más que nunca era importante la comunicación. Información en redes, fotografías, vídeos en directo y todo lo posible para luchar contra la “anormalidad” de la situación. Agradezco infinitamente el apoyo de Wences y Miguel en esto porque sin ellos todo hubiera sido mucho más complejo, especialmente tras el revés personal que sufrí en marzo.

El accidente fue grave pero nada ni nadie iba a parar las ganas de seguir trabajando para el club que había confiado en nuestra forma de llevar la comunicación y no iba a haber limitaciones físicas que impidieran seguir con ello. Cuando uno se cae, solo vale levantarse. Breve paréntesis cubierto gracias a esas ayudas nombradas y en nada vuelta a la trinchera a batallar por acercar a todos las emociones de los equipos del club. Más de cuarenta streamings en directo, que se dice pronto. Sonará a autobombo pero ha sido un trabajo de horas y horas de trabajo, tiempo, dedicación, medios propios y noches de insomnio para transmitir, editar y colgar en YouTube partidos que ya son para el recuerdo. El salto a Twitch que fue seguido por innumerables clubes que encontraron en esa plataforma el modo de llegar a sus familias como ya hacíamos nosotros. Las imágenes ya incontables de estos tres años superarán fácilmente las 3000 o más, intentando dar cobertura a todos los equipos sin distinción. Merchandising, cartelería, promociones, tienda web… así hasta un sinfín de cosas como el diseño de un escudo que plasmara los valores de la entidad.

LOS CICLOS SE ACABAN

Tres años que han tocado a su fin por causas que no viene al caso comentar aquí. Hay ciclos naturales y otros no tanto, pero la vida son eso, continuos ciclos o etapas. Solo podemos agradecer al club la confianza y apoyo en estos años y creemos haber estado a la altura. Ha llegado el momento de separar los caminos y el futuro será el que dicte hacia dónde nos llevará. Ha habido muchas sensaciones encontradas en las últimas semanas, para una persona emocional que se involucra al máximo, que ha disfrutado, que se ha emocionado y también sufrido en este tiempo, ha llegado la hora de parar a recapacitar. Seguro que se han cometido errores, seguro que cosas se podían haber hecho mejor, lo que sí que os aseguro es que lo que no se puede superar son las ganas y el tiempo que se han dedicado a esta labor de tres años a muerte con un proyecto que era en parte mínima también propio.

Tras un incierto paréntesis para asimilar todo, tocará emprender nuevos rumbos. En ellos seguiremos siendo nosotros mismos, intensos, emocionales, dedicados, viscerales pero por encima de todo honestos en el trabajo que se nos encomienda. Ahora mismo la motivación marca reserva, pero el tiempo y el descanso harán que el depósito vuelva a llenarse y nos lancemos a seguir.

Os deseo lo mejor a todos los que de un modo u otro habéis compartido esta locura mía en estos tiempos y especialmente a los que habéis valorado lo realizado. ¡¡Nos veremos en las pistas!!

 

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